¿Cómo recuperar la alcaldía de Granada?

Publicado en Ideal el 04/06/2007.

José Ramón Jiménez Cuesta.

Las elecciones municipales no han dejado duda alguna, los granadinos han respaldado mayoritariamente la gestión de Torres Hurtado al frente del consistorio, sumiendo en una crisis al PSOE de la ciudad de Granada. Algunos análisis post-electorales justifican la derrota en la alta abstención del electorado de izquierda. Eso, no es una explicación, es constatar algo evidente para todos. Lo importante es la razón y ésta, es clara, parte del electorado de izquierda no ha querido votar al PP pero ha castigado la gestión y propuestas de los partidos de izquierda negándoles el voto.

Se pueden incluir muchas variables en el análisis de los resultados electorales, pero hay elementos claros en la explicación del resultado electoral. La alcaldía Moratalla, apoyada en el tripartito, no fue positiva para la ciudad ni dejó un buen recuerdo en los granadinos. El PA, a pesar de presentarnos a un candidato que ofrecía buena propuestas, no ha conseguido hacernos olvidar a Javier Valenzuela que no hizo nada por nuestra ciudad, salvo quedarse con 3 concejalías y tener más de 20 cargos. IU, tampoco puede decir que su gestión aquellos 4 años fuera buena, aparte de quedarse con las concejalías que le tocaban en el reparto. Su actual discurso tipo «el PP no ha hecho nada por los barrios » sucumbe cuando se intenta responder a la pregunta: ¿qué hicisteis vosotros por dichos barrios cuando gobernábais?. Bien poco, de hecho ni los votantes desencantados del PSOE los han apoyado. Su leve ascenso es anecdótico. IU deberá de cambiar de discurso y estrategia si quiere aumentar el número de concejalías. A pesar de que Moratalla no tenía buenas compañías en la alcaldía, tampoco entendió, como le sucedió a Díaz Berbel, un aspecto clave que sí incorporó Antonio Jara. La alcaldía de Granada también se decide con la gestión en la ciudad por parte de la Junta de Andalucía. Antonio Jara firmó con Borbolla el ‘pacto de la servilleta’ en el que comprometía con realidades a la Junta de Andalucía (Palacio de Congresos, Deportes, Estadio de Fútbol ). Ni Moratalla, que tenía de su parte a la Junta de Andalucía, ni Berbel que tuvo durante algunos años a Aznar en el Gobierno Central, apostaron en esa dirección. El inconsciente colectivo granadino es cruel pero certero, los ha puesto a ambos en su sitio: a uno se le recuerda por el monolito de Clinton y al otro por la importante labor de colocar un bello caballo en la plaza del Carmen. Es preferible ser recordado por el desenfreno de las obras en toda la ciudad a las que nos sometió García Royo, uno de los mejores gestores que ha tenido en muchos años Granada, aunque esto les duela a algunos sectores del PP. En esta ‘clave andaluza (o sevillana)’ para valorar las elecciones granadinas, no se entendieron actitudes como la actuación del delegado de Cultura en el asunto de la Plaza de Toros, ni la rapidez para ‘defender’ los jardines del Salón ante las obras planeadas por el Ayuntamiento. Aunque también hay que decir que el Ayuntamiento ha actuado muchas veces precipitadamente. Tampoco vale decir que el Ayuntamiento de Granada es el culpable de que no llegue el Metro y el AVE. Esto se hubiera arreglado de una manera sencilla; si nos hubieran dejado el AVE antes de 2008 en la entrada de Granada (acometiendo el tramo Bobadilla-Término Municipal de Granada), así, a lo mejor, hubiéramos creído que querían hacer el AVE y que se paró en nuestra ciudad por culpa del actual Ayuntamiento.

Creo que en su legítimo interés por recuperar la alcadía, el PSOE debería de ensayar otra estrategia. Esta pasaría por un ‘nuevo pacto de la servilleta’. Convencer a la Junta de Andalucía que con nuevas obras y, sin confrontación (en este punto el Ayuntamiento también ha de ser leal), la recuperación de la Alcaldía es más fácil. No son pocas las tareas para incluir en el nuevo pacto. Por ejemplo, sobre equipamientos culturales; definir el proyecto y acometer la ejecución del futuro espacio escénico, así como el museo de la Ciudad. En transporte, acelerar las obras del metro de la línea 1 y apoyar la mejor opción para el cierre del anillo de circunvalación (cueste lo que cueste). Respecto a la Universidad, no permitir que la nueva ciudad donde se crean los mejores nuevos centros de investigación sea Sevilla y financiar su expansión en el término municipal de Granada. Habría muchas propuestas y proyectos para incorporarlos a la servilleta, la Junta de Andalucía y el PSOE de la ciudad las conocen bien. Realmente, somos muchos los granadinos a los que, desde el punto de vista de la política local, sólo nos interesa la ciudad. El debate político, basado en ser de izquierdas o de derechas, del PSOE o del PP e IU no nos aporta nada, nos agota. Por eso, esta nueva estrategia para recuperar la alcadía de Granada sería positiva para la ciudad, independientemente del signo político que cada uno sea. Es posible, hay 4 años para intentarlo.

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