Sorpresa ante una sentencia y réquien general

Publicado en Ideal el 04/06/2007.

Remedios Murillo Cubillas. Mujeres por Granada.

Cuando fue destruida la Rotativa del Diario Patria, aquella máquina que en sus entrañas digería cada noche la historia de una Granada de posguerra, la que tecleaba con ilusión el despertar de una ciudad industrial y llevaba diariamente a los ciudadanos la modernidad y las aspiraciones de una pléyade de jóvenes periodistas que soñaban con ser César González Ruano o Emilio Romero; cuando con ignominia fue destruida, digo, la sensibilidad para con el patrimonio del Grupo de Mujeres por Granada nos llevó a presentar una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, porque no era admisible que una Institución tan culta y tan seria como la Universidad hubiera aceptado, con presupuesto previo, pagar, en total, seis mil euros para que un alma caritativa liberase a los pasillos de la Facultad de Documentación y Biblioteconomía de la insoportable carga de tener expuesta, durante más de treinta años, una pieza de arqueología industrial de alto valor histórico. No fue su ejemplar existencia digna de indulto a pesar de las numerosas peticiones hechas a la señora Decana por un especialista en Patrimonio Industrial del renombre del Académico señor Giménez Yanguas, ni siquiera fue merecedora de un traslado, ni de ser extraditada al madrileño Museo que era su propietario, sino condenada a muerte sin remisión y una muerte ignominiosa de destrucción, chatarrería incluida , y fundición para que nada de aquella máquina quedara presente en la historia gráfica de una ciudad que, curiosamente, aspira a tener un Museo de la Prensa. No sé quien forma la comisión que esté luchando por el Museo local, si tengo la certeza de que han conseguido del Ayuntamiento la cesión gratuita, por cinco años, de un edificio singular: el conocido como Rey Soler, antiguo Hospital de Peregrinos, sito en el Escudo del Carmen, esquina a calle de S. Matías, preciosa casa que hasta hace pocos meses acogía a la Concejalía de Medio Ambiente. Desconcierta el silencio sepulcral que los promotores de dicho Museo observan ante la desaparición de la que había de ser una de sus joyas; me resisto a pensar que sea este un silencio interesado, porque ello les haría cómplices de los autores del expolio.

Cuando llegó a mis manos la carta del señor Fiscal acusando recibo de la denuncia y comunicándome (como persona que encabezaba la misma con once firmas más, todas ellas de Mujeres por Granada) que había procedido a la incoación de Diligencias de Investigación Penal, la emoción fue grande. Ningún sentimiento malsano había en esta alegría, sino la tranquilidad de saber que el patrimonio está protegido y que cualquier agresión contra el mismo será defendido por una justicia que es la garante de los derechos del Estado -de todos- al cual pertenecía la citada pieza

Transcurridos cinco meses, sorprendentemente, llega hasta nuestros oídos que la denuncia había sido archivada. No dábamos crédito, pensábamos que era un bulo, que era imposible que se produjeran filtraciones de la sala de lo Fiscal , conculcando nuestros derechos a ser informados privadamente y en primer lugar. Desafortunadamente ha sido así y muchos periodistas conocieron el resultado antes de que nos fuera comunicado a los propios denunciantes. Sorpresa, estupor y desconfianza.

Días después llega la sentencia a nuestras manos, comenzamos a leer atentamente los seis folios que la conforman y surge el desconcierto que motiva este artículo. Transcribo algunas de las , llamémosle benévolamente, sorpresas. Ahí va la primera: Con fecha nueve de Enero el Rector de nuestra Universidad, a petición del Ministerio Fiscal, remite a este un «motivado informe y tras llevar a cabo una extensa relación de los hechos, pide al señor Fiscal el archivo de las presentes diligencias» ¿Es `posible ser sospechoso y juez? ¿Tiene competencias un Rector para indicar a un Fiscal que debe hacer en un proceso de investigación? ¿No es él la persona investigada?

Ahí va la segunda: Con fecha dieciséis de Febrero, la Delegación Provincial en Granada de la Consejería de Cultura, a petición del Ministerio Fiscal, «remitió un escueto Informe Técnico en el que se indica que la Rotativa del Diario Patria no cuenta con formula de protección legal conforme a la legislación vigente» Patinazo e ignorancia superlativas de la Delegación de Cultura, pues según la Ley en vigor, toda pieza por el solo hecho de pertenecer a la colección de un Museo, es considerada BIC. La Rotativa era pieza de colección y propiedad del Museo de Ciencia y Tecnología, ¿Comprendido, señores técnicos de Cultura? ¿Hizo el informe alguien que pasaba por allí? Por favor, cumplan con su obligación y estúdiense la ley de Patrimonio Tercer dato: La Rotativa no aparecía en el inventario de Patrimonio Industrial de la Universidad. Imposible de todo punto que así fuera, porque este es inexistente en dicha Facultad

Otra ‘sorpresa’: Un extenso párrafo del Señor García Calderón diciendo textualmente: «Conforme a los artículos 323 y 324 del Código Penal de 1995 es posible incriminar por el daño o destrucción de elementos de Patrimonio aunque sea gracias a una negligencia grave» Y expresa claramente que la protección existe aunque no haya catalogación, como ocurre con los hallazgos arqueológicos o con el patrimonio oculto.

A pesar de todas las argumentaciones anteriores y con absoluto desconocimiento de que estamos hablando de un BIC, remata la sentencia diciendo procede decretar el ARCHIVO dando traslado de este Decreto a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en orden a una posible existencia de Infracción por parte de la Universidad a la que pueden sancionar con una multa. O sea que una Delegación de Cultura que aún no ha abierto la boca respecto a esta máquina, que en su escueto informe dice la tremenda barbaridad de que un BIC carece de protección, es ahora el sapientísimo organismo que puede hacer caer el peso de la Ley sobre la Universidad e imponerle sanción económica.

¿Pobre rotativa, pobre Granada y pobres ilusos que nos molestamos en denunciar ¿ Solo exigiendo al Señor Rector que adquiera para nuestra ciudad una Rotativa similar a la desaparecida ( de la que algunos ejemplares quedan en Europa) podría quedar paliado su grave error. Esta última idea no es mía, es sugerencia de la señora Directora del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que la ha plasmado en un expediente incoado por el Ministerio de Educación. Nosotros en espera de que alguien con autoridad obligue a esta reposición, entonaremos mientras un solemne réquiem por la rotativa y por nuestras autoridades judiciales culturales y académicas.

Esta entrada fue publicada en Artículos de Opinión. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*


*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>