Sr Director, he leído en la prensa una noticia que me ha alarmado sobremanera: que el Pleno Corporativo y la Comisión de Honores del Ayuntamiento, preparan una propuesta para dar a unas calles los nombres de los Alcaldes – supongo , que serán solo los de la etapa democrática, no vaya a ser que caiga alguno de la etapa franquista, incluso el que taló quinientos plátanos centenarios y destrozó los Mártires-. Ya , desde ahora llamaré a esta calles “las innombrables”, porque esta ciudadana se niega a recordar nombres que han costado a la ciudad dinero, atraso y desidia .
Pondré ejemplos: Jara, el de la circunvalación tortuosa y asesina -para el Hipercór-; el que ante el incendio del “Manuel de Falla” confesó haber olvidado asegurarlo; el que negó licencias en Plaza de Toros que arruinaron las arcas, el que permitió una caseta sin condiciones de seguridad ante la fachada del Palacio Arzobispal y cuya precaria instalación eléctrica produjo un cortocircuito que nos dejó sin un gran patrimonio artístico ( Curia, libros, lienzos, esculturas, etc.); por no hablar del “Salvador” de la Caja de Ahorros, que para reflotarla ha puesto el equipo más caro de la historia, con sueldos de vértigo que la han vaciado de capital, así flota mejor
Jesús Quero, nulidad, déficit hasta la miseria, ni papel para las impresoras se podía pagar y un Campus de la Salud “minado” para la ciudad, pero que se convirtió en las minas de Eldorado para él y su partido.
Diaz Berbél: populista, que renovó la licencia caducada para que se pudiera construir un merendero masivo en los bosques de la Alhambra (evitar el olor a gambas en Comares, nos costó mil millones de las antiguas pesetas). Por papanatismo y falsa tolerancia propició la construcción de una mezquita en un solar emblemático e inadecuado de la Pl. de S. Nicolás.
Moratalla, concedió una impensable licencia para que el Hotel Meliá vuele sobre las cabezas de los granadinos. A cambio de apoyo político, puso la ciudad en manos de un Concejal desaprensivo que acumuló veintisiete cargos que ni ejerció. Presidió, por decir algo, un tripartito inane y vacío de ideas, cuyo recuerdo es un caballo. Llegado el momento de defender la oposición municipal tomó las de” villa diego”.
Torres Hurtado, al que le faltan arrestos para sublevar a la ciudad contra la Junta de Andalucía, y que será capaz de marcharse dejando una Granada de guerra, con trincheras y alambradas, mientras una joya única, el Cuarto Real, propiedad municipal, corre el riesgo de perderse, junto con el mayor barrio medieval del mundo, el Albayzín, que se ha convertido el leyenda negra mundial. Su gran descubrimiento es vender el patrimonio.
La concesión de Honores, hay que estudiarla muy bien, si no queremos convertir estos, en agravios para los auténticos pro-hombres de la ciudad.
No he sido exhaustiva en los deméritos, pero estoy segura de que si estas calles se rotulan con los nombres citados, los granadinos las llamaríamos ”las innombrables” pues solo nombrarlas sería traer a la memoria, sinsabores y decadencia.
Atentamente
Remedios Murillo
Ciudadanos y Mujeres por Granada