Publicado en Granada Hoy el 10/06/2007.
Los inmigrantes representan el 90 por ciento de los cuidadores de personas mayores remunerados, conforme a un estudio de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presentado esta semana en Palma de Mallorca durante la segunda jornada de su 49 Congreso. El profesor de la Universidad de las Islas Baleares y coordinador del informe, Luis Ballester, estima que en España puede haber actualmente 200.000 inmigrantes que son cuidadores de mayores.
El cambio se atribuye a motivos del mercado de trabajo, con una cada vez mayor capacidad de integración de quienes tradicionalmente atendían a los mayores en el ámbito familiar, y que han sido sustituidos por personas “de muy bajo coste, aprovechando la baja regularización del colectivo de mujeres inmigrantes”, afirma.
El estudio señala que la percepción de la compañía, la importancia de la dedicación horaria, el idioma, la buena disponibilidad y la capacidad afectiva de la población inmigrante que está participando “ayudan a que este proceso se esté llevando a cabo”.
Por otra parte, para Benjamín García, que es profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, la inmigración está ralentizando todo el proceso de envejecimiento en nuestro país, si bien “dentro de unos años es posible que si estos inmigrantes no tienen hijos, debido a su escaso poder adquisitivo, este proceso se invierta”.
Y destacó también el hecho de que en los medios rurales haya más personas mayores que en los urbanos, aunque la dependencia sea “un 2 o 3 por ciento mayor en el entorno urbano en comparación con el rural”.