Peces no, cañas para pescar

Publicado en Ideal el 20/03/2009.

Remedios Murillo Cubillas, Ciudadanos por Granada.

No queremos que nos regalen pescado, queremos cañas para seguir pescando cuando pase esa fecha mítica del 2013. Si solo nos traen pescado (un Central Park) y  arrumbamos los arados y las azadas ¿quién llenará nuestras cestas de alimento en tiempos de tanta incertidumbre?

No hay Milenio sin euros, como no hay Granada sin Vega. Si hay que elegir, nos quedaremos siempre con lo segundo Decimos alto y claro que si el precio de la celebración incluye el sacrificio de la Vega, ese es  un precio innegociable.

La idea del Milenio  es buena, el pretexto oportuno para realizaciones nuevas (nunca para conseguir en el trece lo que se nos ha prometido para el diez). Era llegada la hora de echarle imaginación a esta Granada nuestra que camina con lentitud, sin oriente ni proyecto y  echar mano de un “algo” que hiciera volver los ojos de todos, hacia esta ciudad cuyo desarrollo se enlentece a simple vista (datos empíricamente comprobables con cualquiera de los estudios  estadísticos) y que va entregando sus “poderes” a otras provincias hermanas, no mas ricas, pero si  mas queridas por los que más mandan, o mejor gestionadas.

Dentro de cuatro años se cumplirán los primeros mil del personaje  Zawi ben Zirí, que en aquel descalabro de los reinos de Taifas, sintió el arrobamiento de uno de los parajes más bonitos del mundo, él y sus descendientes  construyeron  un riquísimo palacio, rodeado de maravillosas murallas, allá en las alturas de la ladera derecha del Darro, en el mismo corazón del Albayzín,  mansión llena de riquezas y abastecida. por uno de los Aljibes mas bonitos que han llegado hasta nuestros días, el llamado precisamente del Rey. Este ambicioso bereber de la tribu de los sinhaya tuvo a bien coronarse rey de los territorios en los que mandaba, y en la efeméride de esta proclamación, algunos han  visto la  excusa perfecta, para traer euros y proyectos a esta “isla”  en la que se está convirtiendo Granada. Bienvenidos sean. Eso si, siempre que no olvidemos que mil años no lo son todo, que ya en el neolítico había asentamientos humanos en la zona, que  con los íberos, fenicios, cartagineses,  romanos, y  visigodos,   latía y crecía, a veces con mucho esplendor, el germen de la Granada que  hoy mira con orgullo a su pasado. Ver  solo la Granada islámica es matar más de media vida de esta población  provecta  para la  que mil años no son nada. No podemos olvidar que cinco siglos antes de Cristo,  monedas con figuras simbólicas del sol y el  nombre  ibérico de Ihberir circulaban por estos pagos. Y que cientos de años antes de que los  árabes descubrieran que Granada era bella, los romanos paseaban ufanos por esta provincia a la que dieron el bello nombre de Florentia, probablemente por fructífera.

Y aquí quería yo llegar: lo que no es de recibo, lo que no podemos consentir es que al albur del Milenio, las cabezas se descoloquen, las mentes elucubren y los resultados sean catastróficos y empeoren la dura realidad que ahora saboreamos. ¿En qué cabeza cabe un Central Park en nuestra Vega? Está en su sano juicio el partido Socialista cuando propone requisar de las manos de sus propietarios, ( unos mil setecientos)  mas de dos millones de metros cuadrados de tierras de cultivo, de regadío, de primor, para plantar ¿césped quizás? ¿lagos como en Nueva York?¿Arrancaremos los preciosos cerezos, almendros y ciruelos ,que ahora están en flor, o los dejaremos para que los granadinos se surtan gratis de fruta en primavera? Conociendo el cuido de las zonas verdes y el respeto por lo público que existe en esta sociedad, en poco tiempo habrían desaparecido de la vega miles de frutales: caquis, granados, higueras, albaricoqueros, nogales y nísperos

Siendo bienpensantes hemos de imaginar que esta atrocidad de zona verde, se ha diseñado en algún despacho de Sevilla, desconociendo la imprescindible simbiosis con la urbe y sus inmensas posibilidades; olvidan que los periodos más ricos para la ciudad vinieron siempre de la mano de la agricultura y del protagonismo de estas tierras y sus numerosas acequias, modelo de red de regadío, diseñado por los romanos, y perfeccionado por los árabes y que actualmente está sirviendo como base para una tesis doctoral de la Universidad de Córdoba.. Ya en época  musulmana, brilló a gran altura la industria de la sericicultura, la fabricación de la seda, la vega Sur se dedicó al  cultivo de las moreras que fueron el sustento de millones de gusanos que  convirtieron  la zona en un gran productor de sedas que con el nombre de nazaríes eran disputadas en todos los mercados, incluidos los de Bizancio. Pieza fundamental en esta industria fue, como en tantas otras ocasiones una humilde, callada, pero rumorosa Acequia Gorda, ese venero de agua de Sierra Nevada que ha sido fuente de vida para estas privilegiadas tierras; sus más de setenta “ artefactos” o molinos  en los que se lavaban  y elaboraban los delicados capullos segregados por los “Bómbix mori” poblaron la vega .Casi todos hemos conocido, convertido en humilde piscina,  uno de aquellos “ lavaderos-devanaderos” de seda: los Baños de D. Simeón. Posteriormente, con la llegada del siglo XX Granada se enriquece con el emporio del azúcar, el cultivo de la remolacha, que se alterna con el tabaco y los cereales. Nunca llegaron tantas industrias a la ciudad como  en dicha época en que la belleza y la perfección arquitectónica de las chimeneas fabriles salpicaban el paisaje agrícola y marcaban con su color de adobe y su diseño atrevido el verdor de nuestros campos y alquerias. Y al hilo de aquellos ingenios aparecieron otras fuentes de riqueza, las alcoholeras, los ferrocarriles, los capitales que invirtieron en la ciudad y contrataron a las principales figuras de la arquitectura  para engalanar  una gran arteria  por la que circulasen los nuevos automóviles, signo externo de riqueza y triunfo empresarial.

Enriquecer la vega, es enriquecer Granada y, por ello, si la   idea prioritaria de la celebración del Milenio es buscar fuentes permanentes que generen riqueza para nuestra ciudad, nada mejor que volver la vista a estas tierras que durante milenios han sido el sustento y el bienestar de sus habitantes. Ciertamente,  estos propietarios tienen ya una mejor preparación y están capacitados para darle a sus campos nuevos horizontes, ayudados por  nuevas tecnologías. En sus propuestas  futuras si vemos cañas para seguir pescando. En un gran Parque decorativo, solo vemos pescado para algunos, y algunos  peces  gordos, para otros.

El planteamiento está claro, la defensa de la Vega imprescindible para que Granada siga respirando. El futuro requiere ideas claras y autoridades como las de Málaga que al grito de “Un futuro perfecto” lanzan atrevidos proyectos de cerca de mil millones de euros, y que mucho me temo que al incluir el ferrocarril a Motril, se quiera asimilar a nuestro Milenio

Mal comienzo es saber que algunos de los que  forman parte del organigrama oficial, estaban ya comprometidos con nuestra defensa. ¡Incompatibilidad, ya!

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